El suministro eléctrico en zonas remotas de Australia suele realizarse mediante redes de distribución monofilares con retorno por tierra (MRT). Aunque su instalación es económica, los costos de mantenimiento de decenas de kilómetros de líneas MRT para una sola granja resultan en precios de electricidad muy altos. La capacidad eléctrica de esta red suele ser limitada, por lo que los agricultores deben recurrir a costosos generadores diésel para alimentar máquinas que consumen mucha energía. Además, estas redes son propensas a fallos y a menudo están sobrecargadas.
La administración local, el McKinlay Shire Council, e Intech definieron un pliego de condiciones para un sistema solar que proporcione suficiente electricidad a las granjas. El objetivo es equipar todas las granjas con un sistema similar para facilitar las labores de mantenimiento en el futuro.
El primer contenedor de energía se entregó en Queensland en 2019. El sistema actúa como un sistema aislado de la red para el suministro eléctrico ininterrumpido de una granja en una zona remota de la comarca.